Esta noche te hice el amor mientras caminaba por la ciudad
imaginando que mis pasos ligeros
eran las caricias con las que suavemente recorría tu piel
y cada bocanada de aire que insuflaba mi pecho
un gemido en silencio.
En este anochecer iluminado por grandes faroles
fueron los pasajes de tu cuerpo los que anduve.
Tu largo cuello, tus anchos brazos, tus piernas
los pasadizos por los que me desvié con intención
y tu ingle y su arboleda
el escondite que cobijó mi ser con su tibieza.
Hoy tu boca se convirtió en el manantial
en el que sacié la sed que provocaba mi viaje sobre ti
tus manos grandes
los pilares en los que a tiempos me dejé caer
cuando exhausta estaba
y tu sexo, ¡ay tu sexo!
erecto ante mi presencia
la torre que marcaba certera una hora inolvidable
18:57.
Te deseo.
6 comentarios:
pero que andanza... podemos decir que sta en la cotidianidad, pero en la divinidad del placer... saludos...
primera visita!
espero volver
pero que andanza... podemos decir que sta en la cotidianidad, pero en la divinidad del placer... saludos...
primera visita!
espero volver
Woooow que andanza!!!!
me gustó mucho las palabras que escribiste para expresar ese sentimiento de deseo hacia el ser que nos gusta/amamos/entre otras.... Pero cuidado si caminas por las calles en el centro de Caracas se pueden terminar los deseos y aterrizas en la realidad.... jejeejjeje Bueno dejando un saludo
Afortunado el rey de tus deseos, afortunado el que inspira que esos nazcan...
besos que envidian su fortuna...
Porque todo camino, sabes, que te conduce a mí, perdón, a él. :)
Un besote, joven niña.
Vaya! que relato tan ... tan ... bueno ... tan eso.
Muy bonitas palabras, de verdad, me ha gustado mucho este.
Ya no podré dejar de venir a este rincón, y te tendré presente en el mío.
Besos
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