lunes, 11 de agosto de 2008

CONDENA


Llevo en los hombros el pesar de que no me hayas querido
y en mi haber el pecado de también haberte hecho sufrir.
Llevo en los ojos la mirada triste del que se sabe herido
y en el alma el remordimiento de no dejarte tampoco vivir.

4 comentarios:

Gustavo Pérez dijo...

Sin palabras! Corto pero lleno de sentimientos en cada línea! saludos!

Unknown dijo...

Bellas palabras... Pesada carga, amiga mía, pero esas cosas siempre nos enseñan. Un beso con cariño,
V.

Fuser dijo...

A veces las condenas son emitidas por jueces que no son juristas en la materia que se trata... Esos están de más... Y las vueltas del destino se encargan de echarlos a la cuneta.

Otras, nos erigimos en jueces de nosotros mismos, sin saber que nos convertimos en acusadores, juzgados y verdugos...

Y otras en las cuales preferimos salvar el voto.

El amor no es condena cuando el mutualismo se hace presente, como parte del destino de una dualidad de una vida confluyente... El desamor aparece cuando los recuerdos se hacen arteras armas que hieren a los mismos recuerdos, apareciendo el dolor y generando el sufrimiento... Porque el deseo no sería suficiente para mantener la común-unión. Harían falta el tamíz de la conciencia, la verdad y el corazón. Haría falta encontrar la compleja matería de la complementariedad... Esa asusta, pero es la única; allí los primeros quedan desnudos a la batida del viento, los segundos comprenden que se estaban haciendo el harakiri, y los últimos sencillamente aceptan, aveces con una pequeña sonrisa que da la modestia.

La Vida es un continuo que aunque ostenta etapas, son imperceptibles en ese viento que infla nuestra existencia y se llama destino...

El truco está en no hacerse partes, ni juez, ni verdugo de nuestra propia cabeza...

Tomando un brandy, asomado en la ventana... En espera.

Fuser.

NeoGabox dijo...

Cadena Perpetua...
Te ha sido otorgada...
"Saludos Monocromáticos"