
recuerdo el que sin pensarlo fundió nuestras bocas aquella noche.
No describo la habitación oscura que preparaba a tu regreso
repaso las letras que acostada a tu lado con algo de luz escribí.
No fantaseo caricias excitantes cuando me acuerdo de ti
rememoro las que certeras calentaron tu piel y la mía.
No invento palabras tentadoras mientras me roza el viento
repito silenciosamente las que susurré mientras me hacías el amor.
No pregunto qué hubiese ocurrido si...
respondo que pasó lo que estaba de suceder.
No elucubro pensando por qué no fui yo
dejo que la vida por sí sola me diga por qué no fuiste tú.
No imagino.
Recuerdo
porque contigo no faltó ni sobró
sencillamente hubo, y ya eso es vivir.