
Camino prendada a tu mirada
latente, sigilosa
tan presente aunque brille en ausencia.
Camino presintiendo un reencuentro azaroso con tus ojos
grandes, camaleónicos
tan vacíos de lo que escondes
y tan expresivos de lo que no eres en realidad.
Deambulo por las calles resucitando fantasmas en cada esquina
recreando imaginariamente escenas de una historia que juntos protagonizamos
y que juntos sin saberlo fuimos convirtiendo en recuerdos
de los que tatuan el alma con una I de inolvidables.
Vago por las rutas que marcan mi rutina
acariciándote en cada parpadeo
besándote con cada suspiro.
Camino...
acumulando la sabiduría del ayer
llamando a la incertudumbre del mañana
y sobrellevando la convicción del hoy:
Te sigo amando...