
Decir lo contrario sería mentir
y más que a ti, a mí misma.
Como si negara también que te amé
con todo mi cuerpo
con todo mi ser.
al despertar.
Y en las noches,
antes de irme a dormir.
Te pienso al mediodía
cuando el sol cambia de amarillos
y últimamente cede su puesto a las nubes y a la lluvia.
Mas no te suspiro.
Aunque alguna vez lo creí imposible
hoy puedo convivir con los recuerdos que me dejaste:
transitar las mismas avenidas
oír los mismos sonidos,
sin la necesidad de llorar
menos con la obligación de tener que olvidarlos.
y lo hago en paz.
Con aquella tranquilidad que estando contigo
muchas veces no tuve.
Y con esa sinrazón que esta tarde me enseña
que existen muchas formas de amar.
el imaginar tus labios y tus caricias en otra piel
o tu lucha constante con los fantasmas de tu existencia.
sin esperar nada a cambio.
O sí, mi expresión.
ya sabiéndote definitivamente agua.
Ojalá puedas lograr algún día lo mismo
sintiéndome sólo viento.