
Diminutas gotas que hoy inundan mis ojos,
¡cuánto me gustaría que fueran de felicidad!
Esta noche entristecen mi mirada.
Esta noche tiñen mi vida de un sabor amargo.
Si al menos se llevaran con su caudal el dolor que me aqueja.
Si al menos supiera que por ustedes todo se solucionará.
Son los escombros que deja mi completo derrumbe.
Son la sangre que brota de mi corazón herido.
Son los gritos de mis entrañas atravesadas por tu juicio.
Diminutas gotas que hoy inundan mis ojos,
¡cuánto me gustaría que fueran de felicidad!
¡cuánto me gustaría que fueran de felicidad!