jueves, 25 de enero de 2007

LÁGRIMAS


Diminutas gotas que hoy inundan mis ojos,
¡cuánto me gustaría que fueran de felicidad!
Esta noche entristecen mi mirada.
Esta noche tiñen mi vida de un sabor amargo.
Si al menos se llevaran con su caudal el dolor que me aqueja.
Si al menos supiera que por ustedes todo se solucionará.
Son los escombros que deja mi completo derrumbe.
Son la sangre que brota de mi corazón herido.
Son los gritos de mis entrañas atravesadas por tu juicio.
Diminutas gotas que hoy inundan mis ojos,
¡cuánto me gustaría que fueran de felicidad!

miércoles, 17 de enero de 2007

AMÁNDOTE






Así me encuentro, amándote.
A cada hora, cada instante que pasa,
desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron,
desde el día en que ambos no pudimos ocultar que todo era un pretexto para vernos.
Así estoy, amándote.
Imaginando que día y noche descanso sobre tu pecho palpitante,
que son tus manos las que acarician mi piel hasta hacerla erizar,
que son tus labios, tu lengua, quienes recorren mi rostro, mi cuello,
y de allí viajan sin parar hasta zonas que saben sólo suyas.
Así vivo, amándote.
Deseando tocarte una vez más,
perderme en esa mirada que me cautiva y que me muestra lo más profundo de ti.
Acobijarte con mis brazos y protegerte,
darte tranquilidad, hacerte sentir que esto es verdad.
Así existo, amándote.
Luchando por algo más que un sueño, ansiando nuestra realidad.
Sólo amándote es que me puedo amar.
Te Amo.

BESOS


Besos cuidadosos, suaves,
así te llego.
Besos exploradores de cada relieve de tu boca,
del más mínimo sabor de tus labios,
así continúo.
Besos fundidos en un delicado y a la vez desenfrenado juego de lenguas,
en eso nos convertimos.
Besos transformados en pícaros mordiscos, punzantes placeres,
a ellos sucumbimos.
Besos mimetizados con caricias,
con las profundas ganas de amarnos,
a ellos nos entregamos.

martes, 2 de enero de 2007

ENSUEÑO

En mi cuarto el silencio,
sólo las sombras de objetos que a la luz pasan inadvertidos.
En mi mente tú,
la sensación de tu respiración sobre mi rostro,
tus manos fuertes haciéndome sentir protegida,
tus ojos iluminando los míos,
y tu boca saciando mi necesidad de besarte.
¡Cuánto quisiera que estuvieras aquí!