martes, 4 de septiembre de 2007

MI MÁS ETERNA...




... Esperanza,

despertar con el alba y saberte a mi lado, aunque la cama esté vacía;

preguntarme con cuál rostro me aguardarás hoy, y si con él me seguirás conquistando;

apostar en tu juego de miradas y acabar absorta en una de ellas: la más desprevenida;

disfrutar del desenfreno de nuestras lenguas inquietas, y quedarme deseando el beso furtivo que el azar nos prometió;

negarme a dejar de sentirme mujer, al decirte basta y hacer, hacerte, lo que quiero;

reír cuando por mí te veas sorprendido y alguna ocurrencia tuya me haga tartamudear, sonrojar o incluso llorar;

sanar mis heridas sin la necesidad de pronunciar un ¿valió la pena?

robarte siquiera una noche de sueño y hacer que me pienses tanto hasta tenerme;

continuar mi recorrido mientras descubro nuevos senderos, tantos como poros tiene tu piel;

hacer de tu existencia el motivo que repentinamente me haga feliz.

Mi más eterna esperanza...

... Vivir,

porque sólo viviendo es que puedo conocer a ángeles y demonios como tú,

Amor.

2 comentarios:

Cesar Vo dijo...

¡Que bueno que sea precisamente, tu mas eterna esperanza la que te impide salvarte!

Hay cosas que sólo pueden comentarse o responderse con silencio, con miradas o gestos.

Pero si nada de eso es posible (como ahora) está siempre el arte, por eso recurro a Mario Benedetti para hacerte saber lo mucho que me ha gustado saber que no te salvas, que aún tienes tu mas eterna esperanza, que aún hay buenas noticias, que aún hay eso, esperanzas.

Un Beso,
CV


NO TE SALVES
Mario Benedetti


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Anónimo dijo...

Me encanto!

Encontras la forma de expresar con tanta fuerza esos sentimientos dificiles de describir, es como revivir momentos mientros lo leo q relatan recuerdos con el impetu q lo requiere.

Muy bueno.

Leandro